Agricultura ecológica
Noticias
Productos ecológicos
5 septiembre, 2016
1. Productos saludables. Al haber sido cultivados con abonos naturales para enriquecer y dotar de vida al suelo, con fauna auxiliar para el control de plagas y enfermedades, y con las estructuras óptimas y necesarias para control de humedad y temperatura; obtendremos productos frescos y en su punto óptimo de maduración. En el caso de la ganadería se han evitado los antibióticos y cualquier tipo de hormona que acelere el crecimiento, proporcionando así la mejor calidad en los productos de origen animal que se consumen. Los alimentos ecológicos están sometidos al control de la estricta normativa de producción de la UE, además de cumplir toda la legislación general de alimentación.
2. No han sido modificados ni química ni genéticamente. Son 100% naturales, semillas que no se han modificado en laboratorio; ganado cuyo ADN no ha sido alterado.
3. Incrementan la biodiversidad. La producción ecológica no daña a otras especies de flora y fauna que rodeen el cultivo, todo lo contrario toda forma de vida que rodea al cultivo se puede considerar un aliado y es introducida en el ecosistema del cultivo, se realizan prácticas como la plantación de setos para evitar contaminaciones o que sirvan de reservorio para fauna útil, se mantiene flora arvense en los márgenes que también actúan como refugio de fauna útil, etc.
4. Ayudan a preservar el entorno. Evitando los fitosanitarios y los productos químicos, las hormonas y antibióticos, se reduce la contaminación y el vertido de residuos que genera la Agricultura no Ecológica.
5. Reducen el uso de energía. Por la realización de prácticas como la rotación de cultivos, siembra de abonos verdes, no utilización de fertilizantes de síntesis (para los que en su elaboración se emplean elevados recursos energéticos), en la producción ecológica se realiza un uso más eficiente de la energía, a la vez que se mejora el balance de CO2.
6. Fomenta la calidad no la cantidad. Los sistemas de cultivo convencional comenzaron a extenderse con el objetivo de aumentar la producción a un menor coste, se obtenía más volumen pero el resultado no podía ser tan bueno como el cultivado de manera artesanal y sin el uso de químicos.
7. Reducen excedentes. Al ser los rendimientos inferiores a la producción convencional no se producen los excedentes que a veces se producen en ésta y que normalmente acaban destruidos en el campo.
8. Contribuyen a la creación de empleo. El trabajo de campo en la Bioagricultura es mayor, los esfuerzos que se han de realizar para evitar y controlar plagas, control de la flora adventicia en el cultivo, hacer un seguimiento de la producción, resulta más manual que el de la agricultura convencional y requiere la mano de más personas en la finca productora, contribuyendo al empleo rural y las oportunidades de desarrollo.
9. Garantizan un precio justo para el agricultor. Que un producto sea sostenible no sólo engloba el hecho de que genere menos residuos, sino que también produzca beneficios al productor de dichos alimentos. Y en este sentido la producción ecológica puede tener un margen económico mayor para el agricultor, si bien es cierto que la inversión inicial es mayor, los resultados a medio largo plazos pueden ser mejores que el modelo convencional.
10. Recuperan sabores y aromas perdidos. Los productos cultivados en ecológico y conservan su sabor debido que se han respetado los ciclos de crecimiento que la planta necesita para completar su madurez, aportando al producto calidad en nutrientes y sabor.
Estas son las 10 razones que hemos recogido hoy, pero son muchas más las ventajas de consumir alimentos producidos de manera orgánica, biológica o ecológica.
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